viernes, 28 de octubre de 2011
CON MUCHA TRISTEZA DIERON ÚLTIMO ADIOS A CIRO CASTILLO ROJO
Durante el entierro de su primogénito, Ciro Castillo Rojo Salas, tuvo sentidas palabras para su hijo. Padre del universitario pidió no guardar odio y dejar la justicia a entidades competentes.
Ciro Castillo Rojo Salas, padre del joven universitario fallecido en el valle del Colca, manifestó a los asistentes al funeral de su hijo que no hay que guardar odio en el corazón y se debe dejar la justicia a las entidades competentes.
“Hermanos, estamos en un camposanto. En un cementerio donde todos vamos a terminar. Por eso es importante en nuestros corazones no haya odio ni rencor. La mejor justicia es la justicia de la propia conciencia (…). Tal vez el peor verdugo sean los remordimientos”, expresó al pie de la tumba de su primogénito en el cementerio Mapfre de Huachipa.
Con emoción recordó a su hijo como aquél niño al que llevaba al colegio de la mano y ahora, en circunstancias de mucho dolor, lo tuvo que llevar inerte a un camposanto.
“Queridos hermanos: les voy a pedir perdón para dirigirme a mi hijo que aquí lo tengo. A mi hijo que lo llevaba de la manito para ir al colegio y al que ahora traigo a este camposanto. Permítanme que me dirija a él, que debería luchar por la vida y la patria”, expresó.
A continuación subrayó que no se debe hacer justicia con las manos y es fundamental aprender a perdonar.
“Por eso les pido que aprendan lo que es perdonar. Las instituciones son las que deben hacer justicia. No se debe hacer justicia con las manos. La justicia es la que hacen las instituciones competentes y la justicia divina”, anotó.
Sostuvo que no es natural que un padre entierre a un hijo ni que el padre que debería estar camino a la tumba tenga que luchar por encontrar a su hijo.
“No es natural que el hijo que debía estar en la lucha, esté en la tumba”, remarcó.
Frente a esta dramática experiencia, Ciro Castillo Rojo Salas señaló que se debe continuar en la vida, salir adelante con la fuerza del amor.
En un momento de su alocución de despedida, agradeció nuevamente de manera pública a las personas que contribuyeron su esfuerzo y tiempo a encontrar a su amado hijo.
“Lo hemos encontrado gracias a ustedes, al apoyo de la prensa, al cariño de la gente del valle del Colca, de Cusco, Arequipa, Lima y del Perú”, enfatizó.
Recordó que cuando todo parecía indicar que no iba a aparecer el cuerpo de Ciro, un campesino del valle del Colca, un amigo de la familia y los especialistas en rescate conocidos como los “Topos de México” lograron ubicar al joven perdido y lamentablemente sin vida.
“Cuando estábamos pensando en tirar la esponja, un domingo por la tarde, a eso de las cuatro de la tarde, Eloy Caclla, un campesino del valle del Colca, junto con Christian Tataje, que le daba el soporte, así como los ‘Topos’ que se encontraban alrededor apoyando, y otros muchachos, cuyos nombres no me acuerdo y les pido disculpas, advirtieron el cuerpo de mi hijo y en la noche me avisaron que lo habían encontrado”, refirió.
Abrazado de su esposa y sus dos hijos, Ciro Castillo Rojo Salas, dio el último adiós y encomendó a Dios a su vástago, que terminaba de ser enterrado al promediar las 17.00 horas.
El numeroso público asistente dejó sobre la tumba arreglos florales, pañuelos blancos y una bandera peruana que llevaba inscrito el mensaje “Ciro: el ángel del Colca”.
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